viernes, 31 de mayo de 2013

IDIOMICINA RETARD 500mg



1. Qué es Idiomicina Retard y para qué se utiliza

Idiomicina pertenece a un grupo de apaciguadores cerebrales denominados calmahipnóticos.


Se utiliza para el tratamiento de las siguientes afecciones inobedientes:

- Dolencias  producidas por la tentación de rebelarse a los  patriarcas  de la urbe.

- Enfermedades generadas por ensoñaciones de libertad.

- Patologías originadas por el efecto de culturas perniciosas que estimulan el fatal libre pensamiento.

- Disfunciones sexuales pecaminosas alejadas de la moral establecida.

2- Antes de tomar Idiomicina Retard

No recetar idiomicina Retard sin antes lavar el cerebro al paciente. Introducir mediante resonancias electromagnéticas ideas beneficiosas para nuestra urbe.

Tener especial cuidado con Idiomicina Retard

- Si al paciente se le ha hecho una lobotomía.  Es difícil que un individuo sometido a esta intervención quirúrgica sufra de las patologías propias de insurrectos del sistema. Pero, hipotéticamente, hay que estar alerta por si surge cualquier contrariedad adversa.

- Mujeres embarazadas. Para ellas existe una dosis más alta. El individuo que protegen en su vientre tiene que estar alienado desde antes de su nacimiento.

-Si durante el tratamiento de este medicamento se producen síntomas tales como carcajadas, alegría desmesurada y felicidad hay que eliminarlo de manera fulminante. 

- Este medicamento es compatible con otros alienantes cerebrales. Nunca dar con estimulantes. El efecto es negativo.

3. Cómo tomar Idiomicina Retard

El paciente debe estar  aislado en naves individuales. No puede tener contacto visual con individuo alguno, al menos, durante un año.  Cada veinte minutos se les hace escuchar el discurso de los patriarcas donde se establece el decálogo del buen ciudadano.

La dosis se establecerá según el criterio de los médicos encargados del tratamiento del paciente, aunque como norma general, la frecuencia de administración es la siguiente:

Adultos contrarrevolucionarios con rebeldía en grado medio:   4000mg (1 comprimido) ,8 veces al día durante los primeros seis meses.  Transcurrido este tiempo, la dosis se reducirá a  2000mg.

Adultos con rebeldía alta: 8000 mg al día los primeros seis meses. Posteriormente, introduciremos 4000mg.

PRECAUCIÓN para aquellos que vomiten el comprimido dar dosis dobles para compensar la que no ha sido ingerida.

POSIBLES EFECTOS ADVERSOS

La mayoría de los efectos observados en los ensayos clínicos se han realizado con ciudadanos inútiles para la urbe. En ellos se pudo observar náuseas, dolor abdominal y pérdidas de conocimiento. Todo dentro de lo establecido. Apenas hubo fallecimientos.

Además, podrían observar los siguientes efectos cuando se administra mediante inyecciones.

-Reacciones de agresividad, agitación, nerviosismo. Algunos individuos gritarán pidiendo auxilio. Hacer caso omiso. Duplicar la dosis.

CONSEJOS PARA LOS MEDICOS QUE ADMINISTRAN IDIOMICINA RETARD

Está totalmente prohibido difundir este tratamiento al resto de la comunidad. No se permite opinar ni modificar lo que en la normativa médica de la urbe se establece para la IDIOMICINA RETARD.  En casos de desobediencia, se aplicarán las leyes impuestas por nuestros  patriarcas, tales como la retirada del título de medicina y el secuestro indefinido de su familia.

Este prospecto ha sido aprobado en el año 2058

jueves, 30 de mayo de 2013

LA LEYENDA URBANA DE TXO

Todos los amigos estaban en círculo dispuestos a jugar a la güija. Querían invocar a los espíritus. La noche era propicia. Todo estaba oscuro y la única luz que había en la estancia provenía de las llamas  de la chimenea.
El vaso comenzó a moverse. El espíritu se estaba presentando. Primero se dirigía a la T, luego a la X y finalmente se paró en la O. Dedujeron que se llamaba TXO. En su vida terrenal tuvo que vivir en algún país del Oriente. El vaso, vehículo conductor entre la vida y la muerte, no se movía. TXO esperaba preguntas. Rompiendo el silencio uno de los miembros del juego dijo:
-Yo creo que deberíamos de parar o en caso contrario, Soledad debería participar. Da mala suerte que una de las personas mire y no participe.
-¡Bah! ¡No digas tonterías! Tienes miedo. Te estás rajando…
-No de verdad. Os voy a decir el motivo:
Cuentan que hace tiempo, un grupo de adolescentes, cuando terminaban las clases, se quedaban en el patio del instituto y jugaban a invocar a los espíritus. Uno de ellos nunca jugaba pero siempre miraba. Un día se les presentó un espíritu que dijo llamarse TXO. Apenas se movía y su alma quería estar siempre cerca de la persona que no participaba en aquella invocación de los muertos. Parecía que la estuviera invitando a participar. Desde ese día, no volvió a presentarse otro espíritu que no fuera TXO y siempre tenía la misma actitud.
Llegó el verano y con él las vacaciones. El chico que no participaba en el juego se sentía raro, nervioso. En su casa sucedían cosas difíciles de explicar., por ejemplo, un ruido seco y fuerte en medio del silencio de la noche despertó a todos los miembros de la familia. Un niño Jesús de esos que todas nuestras madres tenían en su habitación apareció guillotinado. Un corte perfecto que separaba cuerpo y cabeza. Otro día, un Jesucristo se cayó de la pared donde había permanecido colgado desde hacía décadas y, para colmo, no se dejaban de escuchar por la casa quejidos a cualquier hora del día.
El otoño llegó y el muchacho se disponía a reencontrarse con sus compañeros. No pudo. El primer día de curso, cuando se dirigía al instituto, un coche le atropelló dejándole en silla de ruedas para el resto de su vida.
-Pero, bueno, Pepe, no seas ingenuo. Sólo fueron casualidades y mala suerte.
-Ya, pero cuando se nos ha aparecido TXO me he acordado de esa historia. Además, si os fijáis el vaso está posicionado enfrente de Soledad.
-Soledad, ¿tú que dices?  ¡eres la elegida por TXO! ¿quieres participar  o le despedimos y  mandamos al infierno a nuestro amigo?
-Gracias por avisar, Pepe, pero yo soy bastante descreída. Es por eso que no juego a estas niñerías. Esto de la guija es algo infantil. No os preocupéis. Seguid.

 A pesar de la advertencia de Pepe ellos siguieron jugando o al menos lo pretendieron porque TXO no se movía y cuando lo hacía se dirigía hacia Soledad.

Al día siguiente salieron de casa a dar un paseo. Soledad iba sola enfrascada en sus pensamientos y no escuchó los gritos de sus amigos que la advertían que un coche se había saltado el semáforo en rojo. Soledad fue atropellada y  murió esa misma noche.

Por eso os digo. Si alguna vez jugáis a la güija tened en cuenta una cosa:
Todos los presentes debéis participar porque el espíritu de TXO regresará del pasado y las consecuencias serán terribles.



LAS PALABRAS VUELAN


Natalia tiene 32 años y es pediatra. El departamento de Oncología del Hospital del Niño Jesús ha conseguido importantes avances para atajar la leucemia infantil y quiere presentarlos en el congreso anual que se celebra en la ciudad americana de Boston. Natalia, pese a su juventud, ha sido  una de las que más ha contribuido, con su investigación, a paliar los efectos de esta dolencia. El director del departamento ha querido que sea ella la que explique todo el proceso de investigación realizado en los últimos años.
Su vuelo sale a las cuatro de la tarde. Lleva en la sala de embarque mucho tiempo esperando. Le gusta llegar a tiempo a sus citas. Está nerviosa. No le gustan los aviones. Siempre les ha tenido pánico. Es tanto su miedo a volar que, la noche anterior, sus sueños han estado plagados de pesadillas. Cada una de ellas era diferente pero en todas ellas siempre aparecía un hombre guapo con unos preciosos ojos verdes. Si hubiera sido de carne y hueso se podría haber enamorado de él. De hecho, ahora que está despierta, cuando piensa en ese hombre, el corazón le palpita a más pulsaciones. ¡Qué absurda es!
Mira a su alrededor. Hay mucha gente esperando. Ella viaja en el grupo uno, el último en embarcar. Mejor, porque su  estado de ansiedad aumenta y los tranquilizantes que se ha tomado están tardando en surtir efecto. Observa con envidia como el resto del pasaje se dirige al avión recorriendo la pasarela acristalada con la mayor naturalidad. Son las mismas sensaciones que percibía en sus pesadillas. . Las imágenes de éstas vuelven a ella como flashes que inundan su mente.  Recuerda como algunos viajeros reían o charlaban con el compañero que les había tocado en suerte al lado de su asiento. Otros se afanaban en guardar su equipaje de mano haciendo huecos donde no los había. Las azafatas movían sus brazos indicando posibles salidas de emergencia y explicaban el uso de los chalecos salvavidas y de las mascarillas de oxígeno en el caso de una posible despresurización. Nadie las escuchaba porque se consideraban ajenos a un posible peligro. Y entre todos, llama la atención aquel hombre de los ojos verdes  inmerso en un libro que lee con avidez. Silencios de imágenes. Los cinturones abrochados, la señal de despegue que inicia el viaje hasta las alturas y que convierte al mundo en el que vivimos en una pequeña maqueta de colores geométricos irreconocibles. Los viajeros, en segundos, se convierten en gigantes capaces de todo y de nada. Vivencias estrechas entre pasillos y asientos que invaden nuestras vidas por unas horas. Sin previo aviso y con la laxitud de los movimientos oníricos, Natalia se sobresalta al escuchar las palabras exaltadas e incomprensibles de un hombre que lleva un portátil en los brazos. Tiene intención de estrellarlo contra una de las ventanillas del avión. Golpea fuertemente sobre el falso cristal. Los pasajeros gritan, una de las azafatas intenta aplacarlo pero el hombre comienza a agredirla. En medio de todo este alboroto, otro de los pasajeros intenta abrir una de las puertas de emergencia. Otros dos corren como locos con los carros del catering golpeando asientos y metiéndose en la clase preferente. El comandante envía mensajes tranquilizadores desde la cabina pero nadie parece hacerle caso. Sólo dos pasajeros se mantienen imperturbables: Natalia y el hombre de los ojos verdes. Saben que están en peligro y se cogen de las manos…parece el fin…No pueden respirar. Se abrazan. .
- Señorita, por favor, ¿va a pasar?
Natalia, se sobresalta, estaba tan metida en el recuerdo de sus pesadillas que no se ha percatado que estaba impidiendo el paso al pasajero que estaba tras ella. Mira hacia atrás para pedir disculpas y sus ojos se encuentran con un hombre guapo con unos preciosos ojos verdes.

-Sr. Wilson, siento molestarle. Estamos a punto de aterrizar. Si no le importa, tiene que ponerse el cinturón y colocar la mesa en posición vertical.
- ¡Vaya!  Se me ha pasado el tiempo volando. Y esto sí que es una afirmación real, ¿verdad?
- Sí, es verdad, - responde esbozando una sonrisa-. Si me permite la pregunta...¿está escribiendo su nueva novela? Le he observado durante el viaje enfrascado entre todos estos papeles.
- No o sí. Simplemente es un pequeño guión o quizá no sea nada, ya se verá.
- ¡Ojalá que el vuelo le haya dado la inspiración!...que tenga una feliz estancia en Boston.
- Muchas gracias, ¿Srta?     
- Natalia, Natalia Azcárate.


viernes, 24 de mayo de 2013

PARA ELLA



Le conocí un día de principios de Mayo. Lo primero que me atrajo de ella fue su tristeza…
Tengo los ojos negros. El pelo blanco. Ella siempre dice que tengo una mirada que enamora. Canta canciones mientras acaricia mis orejas. Sus dedos son delicados y sus cosquillas me inundan de felicidad.
La espero impaciente que regrese del trabajo. Revoloteo a su alrededor como un niño pequeño. Jugamos, corremos, saltamos, paseamos y, sobre todo, hablamos.
Su presencia me llena de alegría. El amor se mide en intensidad y el nuestro lo es.
La desconocí una tarde de finales de Abril. Lo primero que rompió mi corazón fue su tristeza.
Hoy la observo desde la distancia. Sé que me recuerda. Sé que llora. Sé que sus dedos se han quedado huérfanos de caricias. Sus canciones vuelan en silencio por nuestro hogar. Camina por la calle recordando mis pasos.
Ella no sabe que continúo a su lado revoloteando entre sus piernas y saltando de alegría cada vez que esboza una sonrisa.
Mi nombre es Jack, su perro. Una mascota para algunos, un amigo para ella…pero ¿acaso importa?.  Lo único significativo es que el tiempo se mide en intensidad y el nuestro será eterno.

jueves, 23 de mayo de 2013

EL SILENCIO


¿Qué significa un silencio? Si por antojo yo dejara de dibujar palabras en esta página…

           
El silencio sería la nada o el todo. Un sonido que afirma, que niega, que llora, que ríe. Sería Poncio Pilatos lavándose las manos sin emitir veredicto alguno.  Miles de bocas abiertas emitiendo mensajes angustiosos que no consigo escuchar. Angustia, angustia, angustia. ¡Silencio!, se rueda. Shuuuuuu. La muerte no es silencio, es un sonido blanco y negro lleno de estertores grises.  ¿Qué es el silencio? Vida…por eso me mantengo callada recomponiendo con piezas el puzzle de la mía. Un lugar sin retorno. Mi imagen se refleja en un cristal mientras la niebla silenciosa me rodea y abraza. Angustia, angustia. Respiro hondo. El sonido de la soledad.  Mi cabeza gira, da vueltas, lloro, y mi ansiedad aumenta, y mi angustia aumenta y mi dolor hondo aumenta….y grito: AHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHHH !. He destrozado el silencio. No hay vida tras el cristal. La imagen desaparece. Siseo: ESCUCHADME, ESCUCHADME, ESCUCHADME.  Subo el tono de voz, me altero y la loca sale de su tumba chillando: ESCUCHADME DE UNA VEZ, ESTEIS DoNDE ESTEIS, SI OS ACORDAIS DE MI¿Es tanto pedir?

¿Qué significa un silencio? ROMPERLO

martes, 21 de mayo de 2013

Y TÚ MÁS


 
Siento vergüenza e impotencia cada vez que escucho a nuestros diputados, a nuestros legisladores, discutir en el Parlamento. Se les llena la boca asegurando que son nuestros representantes pero, cuando llega el momento de demostrarlo el espectáculo es dantesco. Son como niños mimados. Constantemente, se miran el ombligo, por cierto, lleno de inmundicia,  mientras el pueblo se mueve en medio de la desesperación y la rabia. Sus diálogos son siempre reiterativos: Hay corrupción en su partido…en el suyo más; ante las circunstancias, tiene que dimitir…el que debe dimitir es usted. Su política es un fiasco…la suya lo fue más…y tú más, y tú más, y tú más…
 El tú más es su consigna junto con el de lavarse las manos. La población está tan quemada, desilusionada, enfadada que les mira atónitos preguntándose qué pintan esos señores en la cámara baja, la alta para qué mencionarla, tirándose los trastos mientras todo a su alrededor se desmorona.
Intuyo un final como el del Imperio Bizantino; se cuenta que cuando el ataque  de las tropas del Imperio Otomano sobre Constantinopla era inminente, los políticos e intelectuales bizantinos seguían discutiendo cuál era el sexo de los ángeles en vez de centrarse en lo que era fundamental: preparar la defensa de la ciudad. Finalmente, los turcos atacaron y Bizancio desapareció como Imperio. La diferencia entre estos hechos y los que nos ocupan es que cuando los políticos salgan a la calle y observen que todo está destruido, del revés, se volverán a echar la culpa los unos a los otros, sin responsabilizarse de su propia incompetencia y egocentrismo.
 

PODER NOTARIAL


Yo, Iñaki Urdangarín, estado civil casado, edad 45, ocupación yernísimo, nacionalidad española, domiciliado en Barcelona (España) , en uso de mis facultades y en nombre propio otorgo poder a Doña Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, domiciliada en Alemania, para que en mi nombre y representación, efectúe  gestiones para que mi suegro Don Juan Carlos, me vuelva a abrir las puertas de Zarzuela. Como amiga entrañable de su majestad y conocedora de sus gustos podría mediar para que nuestras relaciones vuelvan a ser tan gratas como las que viví en el pasado. Ella tiene métodos infalibles para conseguir lo que se proponga con el monarca. Su efectividad se comprueba día a día con las informaciones que aparecen en prensa  y que yo, a través de cordiales correos, he podido apreciar. Desde este momento, tiene toda la legitimación por mi parte para llevar a cabo ese  proyecto arduo y complicado.
Si de paso, es capaz de conseguir un viaje a Bostwana  para el juez que tan mal me lo está haciendo pasar, mejor que mejor…matamos dos elefantes de un tiro.

CONFECCION DE REDES ONIRICAS




PRIMER TEJIDO DE RED

La primavera ha estallado y su sangre se derrama en forma de amapola.
Atravieso el campo corriendo como una exhalación.
Me he convertido en una niña con trenzas que huye del temor.

Descalza, mis pies quedan atrapados entre las flores.

Sus tallos se enroscan hasta las rodillas y me dejan aprisionada.
Suben avanzando hasta mi garganta y me asfixian.

Mi cuerpo languidece, me falta la respiración, me ahogo, me muero
Un cuchillo poda a mis asesinas hasta dejarlas inertes exhalando babas verdes.

Alguien lanza mi cuerpo hacía el cielo y comienzo a volar.
Consigo sobrevivir dejando atrás lo que era un espejismo del paraíso.

SEGUNDO TEJIDO DE RED

Mi casa se ha convertido en un cubo de colores.
Cada una de sus caras tiene ojos que me vigilan.

Parpadean de manera sincronizada.

Cuando una abre el ojo, la otra lo cierra.
Me observan permanentemente, persistentemente.

Sola, encerrada, busco la llave que me lleve a la libertad.
Imposible. Sus miradas delatarían mi plan.

Me ovillo en una esquina.
Mis guardianes no vislumbran mi rincón.

Suena una alarma, suenan dos, suenan tres
La onda expansiva del sonido es brutal.

Estallan en mil pedazos todas las paredes y los ojos caen al abismo.
Me levanto, me observo libre y corro, corro, hacía la luz verde del infinito.

TERCER TEJIDO DE RED

Boca arriba en la cama, lloro de asco.

Él, borracho, está sentado a horcajadas sobre mí
Me abre la boca e introduce su pene seboso y lacio

Una felación obligada.
Ritmo lleno de arcadas.

Movimientos convulsos que me asquean.
Jadeos repugnantes que me ensordecen

Cierro los ojos.
No quiero ver su cara babeante, bobalicona

Mi boca se contrae.
Su cuerpo pesa y quiero morir.

Mis dientes no.
Reaccionan y muerden ese miembro carnoso.

Fuerte, más fuerte.
La sangre se derrama entre las comisuras de mis labios.

El grita, aúlla, y su reacción fortalece mi acción.
Me libera golpeando brutalmente mi cuerpo.

He vencido. Parte de su carne está dentro de mí.
Corro hacía la puerta huyendo del salvaje

Abro y antes de recobrar la libertad escupo una parte del miembro endemoniado que nunca más entrará en mi boca

CUARTO TEJIDO DE RED

Su rostro queda enmarcado por el círculo de la mirilla.
Me asusto. No puede ser.

Me ha encontrado.
Utilizo el cerrojo para salvarme.

No podrá entrar.
Vuelvo a mirar y su cara se muestra cruelmente sonriente.

Tiemblo
Grito pidiendo ayuda pero nadie me escucha.

Él se acerca más a la puerta y yo más a la mirilla
Súbitamente, mi cuerpo siente un pinzamiento cruel

Mi asesino ha metido una aguja envenenada por la cerradura
Se ha introducido en mi interior matando mi esperanza.

Mis entrañas salen del que era su habitáculo y viajan tras la ranura de la puerta
Mi último halo de vida permite que vea su imagen, tras la mirilla.

El monstruo que ha causado mi fin están siendo asfixiado por mis intestinos sanguinolentos.
El olor ha putrefacción ha vencido.

QUINTO TEJIDO DE  RED

Anuncios de colores invitan a entrar en la cueva de la diversión.
De la mano, mi hijo y yo entramos en un mundo de fantasía.

Conejos parlantes, sirenas patinando sobre hielo, pingüinos haciendo cabriolas
Nos transmutamos en juguetes infantiles. Mi hijo se convierte en pelota, yo, en robot.

Los pasteles y caramelos se adueñan de nosotros y dulcemente se divierten.
Risas llenas de azúcar y chocolate.

Una sirena silencia el entusiasmo colectivo.
Un arlequín gigante sale de un agujero humeante.

Sonríe satánicamente. Sus dientes son negros.
Lleva un abrecartas en la mano.

Se dirige hacía mi hijo
Quiere desinflarlo. No lo voy a consentir.

Le doy una patada para que huya del peligro.
Rueda, rueda, rueda hasta llegar a la red de una portería.

Enfadado por no haber conseguido su propósito, el bufón enfila sus pasos hacía mí.
Apenas puedo correr. Mi peso de hierro no me lo permite.

De pronto, un golpe en la cabeza le hace caer mortalmente.
Mi hijo ha volado salvándome la vida. Nos abrazamos y salimos de la cueva acompañados de nuestra utopía.

SEXTO TEJIDO DE RED

La estación está llena de trenes
Los andenes llenos de pasajeros.

Se respira confusión.
Subo a mi vagón.

Está repleto de ánimas de mi pasado.
Abuelos, primos, amigos

Llevaban años esperándome
Me sonríen.

Sin palabras, sólo con gestos, me invitan a sentarme
Se cierran las puertas.

El tren comienza su camino.
Las palabras dejan de salirme y los sonidos dejan de oírse.

Estoy muerta, ¿o no?.

SEPTIMO TEJIDO DE RED

Escalones metálicos me ascendían a un mundo demasiado elevado.
Tengo poca estatura y aunque me esfuerzo, mis piernas no pueden alcanzar los sueños que deambulan por las alturas.

Subo y bajo por esa escalera. Consigo atrapar alguna utopía, alguna esperanza. Otras ilusiones, más escurridizas, se elevan como un globo hacía más allá de las nubes, hacía la explosión invisible y, aunque me apresuro a subir esos escalones, no llego a tiempo.
A veces, cuando desciendo, muchos de esos anhelos, que creía haber conseguido, se estrellan contra el suelo o se ocultan en un agujero negro y profundo que los hacía desaparecer más allá del centro de la tierra.

Cansada de tanto esfuerzo sin recompensa, decido quedarme en medio de aquellos escalones. Quieta, dejo de hacer, observando el color negro de un abismo blanco que me deslumbra.
Aparecen manos a mi alrededor que me quieren ayudar, a subir, a bajar, a moverme. Manos grandes, manos pequeñas.

Todas terminan diciéndome adiós y yo, sola, inmovilizada, echo raíces en un escalón. Éstas no se pueden estar quietas e inician prolongaciones hacía arriba, hacía abajo, hasta enredarse en una maraña de óxido.
Mi escalera metálica se ha convertido en una red de ramas que aumentan el peso de mi opresión. La sobrecarga de mi hastío se ladea hasta caer al suelo.  Tengo heridas por todo mi cuerpo pero despierto en suelo firme.

Cargada de renovadas energías arrojo la escalera muy lejos de mí junto con las raíces que la envuelven.
Dejando atrás el pasado inicio un nuevo camino.

 FIN DE LA RED

Muchos sueños después…
Me despierto escuchando la Suite nº 1 para Cello de Bach.

Sus notas vuelan llenando mi alma de paz.
El viento acaricia mi cara.

El olor a salitre me evoca momentos de tranquilidad
Los albatros vuelan a ras del mar sorteando la espuma de las olas.

Mi alrededor está lleno de paz y felicidad.
Mis ojos reflejan la vida que emana de mi interior

Murió el maltrato y el maltratador.
Con fortaleza y tesón reconvertí mi vida y me liberé de mi perseguidor.

Desaparecieron los rincones donde esconderse, los miedos donde refugiarse

Corro libre entre las amapolas sin miedo a mancharme.
Por fin, soy una persona.
 

sábado, 18 de mayo de 2013

CORREOS DE BOMBONES Y ROSAS


 
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de  Marzo de 2013 17:57
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
¡Hola!
¿Cómo estás? Acabo de llegar a casa. He dado un paseo de lo más agradable. De vez en cuando, el invierno nos ofrece días brillantes y luminosos y hay que aprovecharlos. Cerca de mi casa, se extiende un pequeño bosque que te sumerge en otro tiempo y en un apacible camino de silencio. Me relaja. Ha habido un momento que sólo escuchaba los quejidos de las hojas cuando el viento las balanceaba suavemente. Los rayos de sol se filtraban entre las ramas y dibujaban sombras en la hiedra que anuda los árboles. De pronto, me he sorprendido al ver una pequeña flor de color salmón, recién nacida, anunciado la cercana primavera. Inopinadamente, me he acordado de ti y mi memoria me ha llevado al pasado. ¿Recuerdas que siempre te decía lo que me gustaban los bombones de chocolate blanco y  las rosas de color salmón? Para ser más precisa, la rosa, porque los ramos los detesto. Su olor, siempre me ha recordado a la despedida de los cementerios. En uno de nuestros pequeños encuentros, cuando estaba inmersa en aquella tremenda depresión, llegaste con una enorme caja llena de bombones de chocolate blanco. Era la primera vez que comía los de esa marca y ¡me supieron tan bien! Los he vuelto a comer en otras ocasiones y, siendo los mismos, nunca he podido olvidar el sabor que me dejaron aquellos otros. ¿Sabes?, aún guardo la caja. Encierro nuestros recuerdos entre sus cuatro paredes acartonadas. Cuando me diste aquel regalo tan dulce, me dijiste: “la próxima vez te regalaré la rosa, Lucía”. Nunca  hubo oportunidad de recibir aquella flor pero, sólo, por el mero hecho que tuvieras la intención de hacerlo, es como si la hubiera recibido.
 
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:08
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
¿De qué marca eran los bombones?
 
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:12
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
¡Jorge, no me lo puedo creer! Te recuerdo un momento tan romántico y expresado de manera tan bucólica y tú ¿me preguntas por la marca de los bombones? ¡Hombre tenías que ser!
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:20
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
Si tenían ese sabor tan bueno…me gustaría volver a comprarlos.
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:23
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
¡Y encima pones de manifiesto tu falta de memoria! ¿ tú has sentido, alguna vez, un ápice de cariño por mí? La marca era de skokolade 1208…
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:28
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
Eres boba. Por eso, porque no te tengo cariño, todos los domingos, desde hace tres años, me pongo en el ordenador para charlar un rato contigo.
¿Qué tal ha ido la semana?
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:35
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
Bueno, ha ido. Ya sabes, desde que llegué a este país, todos los días son un reto. Voy adaptándome. Echo de menos tantas cosas…
 
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:38
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
¡Vaya!   ¡ sólo echas de menos cosas!...
 
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18: 42
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
 ¡Mira que te gusta que te halaguen los oídos! No hace falta que te diga que echo de menos a mucha gente y a ti, especialmente. Seguro que más que tú a mí.
 
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:44
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
XXXXXXX
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:46
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
Observo que el paso del tiempo no cambia tus respuestas. Son las mismas de hace diez años cuando aún trabajábamos juntos. Sonrío al pensar que nos pasábamos ocho horas codo con codo y no nos dirigíamos la palabra y, sin embargo, como adolescentes, no parábamos de enviarnos correos. Nos mirábamos y nuestros ojos sonreían. Ahora, que no te tengo a mi lado, añoro esos momentos y me gustaría volver atrás para no parar de hablar contigo. Pero, pensándolo bien, tampoco hubiera sido posible, porque en las distancias cortas tu caparazón aumenta de tamaño y hubiera sido más  difícil sonsacarte nada.
 
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:49
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
Afirmativo.
 
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:50
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
Me voy a desconectar. Total, para recibir, únicamente, contestaciones monosilábicas. El domingo que viene paso de ponerme en contacto contigo. Total, te aburro.
 
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:20
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
No me aburres. Es bonito recibir correos tan agradables.
 
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:56
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
Bueno, hablemos de ti. ¿Cómo va todo?
 
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 18:59
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
Maravillosamente bien.
 
De: Ruíz Díaz, Lucía
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 19:02
Para: Campo Pinardo, Jorge
Asunto: RECUERDO DE DOMINGO
¡Que te den! Lo dicho, te dejo. No tienes remedio ni yo tampoco.
¡Te odio! ¡Que lo sepas!
 
De: Campo Pinardo, Jorge
Enviado el: domingo, 05 de Marzo de 2013 19:05
Para: Ruíz Díaz, Lucía
Asunto: RE: RECUERDO DE DOMINGO
Lucía, el color de la rosa que te gustaba no era salmón, la denominabas con otro nombre, creo que champagne. En mi casa siempre tengo una. Su color me recuerda a ti.Mañana mismo me compraré los bombones. Su sabor me llevará cerca de donde estás.
¡Hasta el domingo que viene!
¡Ah! Yo también te odio.