domingo, 21 de octubre de 2012

HISTORIA DE TORMENTAS


 
ORIGEN
Thor, hijo de Odín, con su martillo Mjolnir en la mano vocifera: ¡Rayos y truenos, venid! Necesito gritar y vosotros me podéis ayudar. Buscad a la lluvia, al granizo, al viento huracanado.  Avisad a las aves mensajeras. Deben transmitir que la gran tormenta ha de venir. Los animales del bosque, los duendes, hadas y gnomos tendrán que refugiarse. Una gota de lluvia podría matarles… ¡A propósito! ¡Miedo! ¿Dónde estás? Hoy más que nunca, tu poder debes mostrar.  Tus fieras garras tienes que desplegar para que grandes y pequeños no puedan olvidar… La tormenta ha de comenzar…el universo entero tenéis que atravesar…
Preparados, listos, ya...

VENGANZA
Ella tiene 5 años. Está asustada. Le dan mucho miedo las tormentas.  Está escuchando como la fuerza de los truenos hace vibrar los cristales. Llora. Su tío la llama. La cobija entre sus brazos. La susurra palabras tiernas para que pierda el miedo. Siente como las manos de aquel hombre le quitan la ropa y la tocan ensuciando su cuerpo limpio. Mientras, fuera, la tormenta continúa. Ella llora. Él sigue besándola, escupiendo saliva, hundiéndola en el abismo.
Ella tiene 12 años. Está asustada. Le dan mucho miedo las tormentas. Está escuchando como la fuerza de los truenos hace vibrar los cristales. Llora. Su tío la llama. Ella va a la cocina. Coge un cuchillo. Va al dormitorio. Él la espera con los brazos abiertos y con el pene erecto. Se estrecha entre sus brazos y le clava el cuchillo, una, dos, tres, cuatro veces  en la espalda.  Todo está lleno de sangre. La tormenta continúa. Silvia ya no tiene miedo. Sale a la calle y corre dejándose empapar por la lluvia.

EL DIARIO
Madrid a 7 de Julio de 1987
Estoy sola. El cielo está nublado y el aire parece estar saliendo de su más recóndito refugio. Parece que lloverá. El primer trueno está empezando a tocar la sinfonía de una tormenta de verano. Tormenta de verano que empieza a ser compañera inseparable de las tardes estivales de este mes de Julio. La voz de mi abuelo se escucha allá abajo. Viejos acordes que han visto muchos días de lluvia. Me asomó a la ventana y le veo cómo se levanta de aquel banco desde donde observa el paso de la vida que a él se le escapa. Ayudado por su bastón camina hacía su casa buscando refugio de la lluvia que poco a poco va cayendo.
Dejo de mirar entre los barrotes de mi ventana. Me tumbo en la cama  y comienzo a contar las gotas que sonoramente caen en el tejado metálico que cubre el edifico. Composición de una música que moja la tierra desde el principio de los tiempos. Tiempos invisibles que existían sin los que ahora estamos y que seguirán presentes cuando nosotros nos hayamos ido.
Hoy, más que nunca, los rayos y truenos acompañan el verano de mi adolescencia. 

OLORES
La tormenta ha pasado y en su camino ha dejado un olor a tierra mojada.  Abro la ventana y respiro profundamente y me envuelvo en recuerdos. Carcajadas y alegría, lágrimas y gritos. Todos tienen la  fuerza de cerrar las puertas que dejan asomar imágenes de mi pasado, vivencias que se desvanecen como si nunca hubieran estado amarradas a mi corazón, nudos de cuerdas que desatan todo aquello que comprime mis miembros.  La lluvia desgrana recuerdos, aquellos que rememoran la felicidad que perdí en el camino, aquel que quise vivir y no pude y que quiero tener  y no poseo. El cielo está limpio de nubes y lleno de vida pero temo que la tormenta se ha quedado en mi interior  y mi cuerpo se bambolea al ritmo de su fuerza.

LA CALMA ATORMENTADA
El olor a húmedo, a tierra mojada impregna mi piel y me hace volver a  un pasado que pellizca y duele .La calma ha vuelto. La tormenta se aleja y con ella los gritos que me ha susurrado. 


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