ORIGEN
Thor, hijo de Odín, con su martillo Mjolnir en la mano
vocifera: ¡Rayos y truenos, venid! Necesito gritar y vosotros me podéis ayudar.
Buscad a la lluvia, al granizo, al viento huracanado. Avisad a las aves mensajeras. Deben
transmitir que la gran tormenta ha de venir. Los animales del bosque, los
duendes, hadas y gnomos tendrán que refugiarse. Una gota de lluvia podría
matarles… ¡A propósito! ¡Miedo! ¿Dónde estás? Hoy más que nunca, tu poder debes
mostrar. Tus fieras garras tienes que
desplegar para que grandes y pequeños no puedan olvidar… La tormenta ha de
comenzar…el universo entero tenéis que atravesar…
Preparados, listos, ya...
VENGANZA
Ella tiene 5 años. Está asustada. Le dan mucho miedo las
tormentas. Está escuchando como la
fuerza de los truenos hace vibrar los cristales. Llora. Su tío la llama. La
cobija entre sus brazos. La susurra palabras tiernas para que pierda el miedo.
Siente como las manos de aquel hombre le quitan la ropa y la tocan ensuciando
su cuerpo limpio. Mientras, fuera, la tormenta continúa. Ella llora. Él sigue
besándola, escupiendo saliva, hundiéndola en el abismo.
Ella tiene 12 años. Está asustada. Le dan mucho miedo las
tormentas. Está escuchando como la fuerza de los truenos hace vibrar los cristales.
Llora. Su tío la llama. Ella va a la cocina. Coge un cuchillo. Va al
dormitorio. Él la espera con los brazos abiertos y con el pene erecto. Se
estrecha entre sus brazos y le clava el cuchillo, una, dos, tres, cuatro veces en la espalda. Todo está lleno de sangre. La tormenta
continúa. Silvia ya no tiene miedo. Sale a la calle y corre dejándose empapar
por la lluvia.
EL DIARIO
Madrid a 7 de Julio de 1987
Estoy sola. El cielo está nublado y el aire parece estar
saliendo de su más recóndito refugio. Parece que lloverá. El primer trueno está
empezando a tocar la sinfonía de una tormenta de verano. Tormenta de verano que
empieza a ser compañera inseparable de
las tardes estivales de este mes de Julio. La voz de mi abuelo se escucha allá
abajo. Viejos acordes que han visto muchos días de lluvia. Me asomó a la
ventana y le veo cómo se levanta de aquel banco desde donde observa el paso de
la vida que a él se le escapa. Ayudado por su bastón camina hacía su casa
buscando refugio de la lluvia que poco a poco va cayendo.
Dejo de mirar entre los barrotes de mi ventana. Me tumbo en
la cama y comienzo a contar las gotas
que sonoramente caen en el tejado metálico que cubre el edifico. Composición de
una música que moja la tierra desde el principio de los tiempos. Tiempos
invisibles que existían sin los que ahora estamos y que seguirán presentes
cuando nosotros nos hayamos ido.
Hoy, más que nunca, los rayos y truenos acompañan el verano
de mi adolescencia.
OLORES
La
tormenta ha pasado y en su camino ha dejado un olor a tierra mojada. Abro la ventana y respiro profundamente y me
envuelvo en recuerdos. Carcajadas y alegría, lágrimas y gritos. Todos tienen
la fuerza de cerrar las puertas que
dejan asomar imágenes de mi pasado, vivencias que se desvanecen como si nunca
hubieran estado amarradas a mi corazón, nudos de cuerdas que desatan todo
aquello que comprime mis miembros. La
lluvia desgrana recuerdos, aquellos que rememoran la felicidad que perdí en el
camino, aquel que quise vivir y no pude y que quiero tener y no poseo. El cielo está limpio de nubes y
lleno de vida pero temo que la tormenta se ha quedado en mi interior y mi cuerpo se bambolea al ritmo de su
fuerza.
LA CALMA ATORMENTADA
El olor a húmedo, a tierra mojada impregna mi piel y me hace
volver a un pasado que pellizca y duele .La
calma ha vuelto. La tormenta se aleja y con ella los gritos que me ha
susurrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario