domingo, 21 de octubre de 2012

CANTANDO CON MÚSICA DE AGUA


La lluvia suena a música. El día está gris  y observo como  detrás de los cristales llueve y llueve y, sin embargo,  la lluvia nunca vuelve hacia arriba, por ese motivo, siempre hay que cantar bajo la lluvia, sobre todo, si estás en Sevilla porque allí es una pura maravilla. ¿Maravilla? Lo dudo, porque veo gente correr y no estamos ni tú ni yo. Busco entre el poco espacio que dejan las gotas de lluvia y te encuentro mirándote en un espejo roto.  Lloras porque el tic-tac del reloj cambia con el sonido de las gotas y ya no hay vuelta atrás. Nos dejamos escapar. Chapoteamos en nuestros recuerdos.  Tras los cristales veo caer la lluvia que fundirá el hielo… nuestro hielo.  La lluvia suena a música.

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